jueves, 11 de junio de 2015

La saliva de una mosca, la base de una futura vacuna contra la leishmaniosis

 Un vacuna basada en la saliva de la mosca de la arena, que transmite el parásito de la leishmaniosis, puede proteger a los monos de esa infección parasitaria. 



La enfermedad la provoca un parásito que se transmite a través de la picadura la mosca de la arena o flebotomo, que con su picadura inyecta en la sangre tanto el parásito como su propia saliva.
Los expertos descubrieron que monos picados por flebotomos no infectados resultaban parcialmente protegidos contra la infección por leishmaniosis, lo que apuntaba a que la saliva por sí misma fortalece una respuesta inmunitaria contra el parásito.
Así, diseñaron una vacuna usando una proteína de la saliva llamada PdSp15, y durante los ensayos, siete de los diez monos que a recibieron produjeron una reacción temprana y específica contra el parásito de la leishmaniosis.
Además cuando se les expuso a moscas infectadas, los animales desarrollaron úlceras cutáneas más pequeñas, mostraron un número más bajo de parásitos y una respuesta mayor de las células T contra la leishmaniosis.
La leishmaniosis carece a día de hoy de una vacuna eficaz, por eso el siguiente paso es realizar pruebas para demostrar que la proteína PdSp15 es segura en humanos y después producirla de manera que pueda ser usada con las personas.


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