jueves, 11 de junio de 2015

Supersólido ¿un nuevo estado de la materia?



Los manuales de Física indican que los materiales sólidos tienen forma y volumen constantes y se caracterizan por la rigidez y regularidad de sus estructuras. Los líquidos no tienen forma fija pero sí volumen, y los gaseosos carecen de forma fija y su volumen varía al cambiar la temperatura y la presión.
A estos tres estados clásicos de la materia, se agregó en el siglo XX la supefluidez, caracterizada por la ausencia total de viscosidad, con lo que en un circuito cerrado un elemento en este estado  fluiría eternamente sin fricción.

En el siglo XXI, podría confirmarse  que existe un quinto estado, la supersolidez, del cual se han obtenido los primeros indicios hace menos de una década.

Uno de los problemas con que se enfrentan los físicos de Cornell en la actualidad es que en los experimentos que están realizando con los instrumentos de medición actuales, las presuntas propiedades elásticas del supersólido, podrían estar siendo confundidas con las del helio sólido normal, el cual también se deforma y es elástico, bajo el frío extremo.
La Física de temperaturas ultrabajas ha desvelado que a apenas unas milésimas de grado por encima del cero absoluto, la materia adquiere propiedades insólitas y se comporta de formas insospechadas.
Dos de esas propiedades, que han merecido varios premios Nobel, son la superconductividad, que es la capacidad de ciertos materiales, como el mercurio, de conducir electricidad sin resistencia ni pérdida de energía, y la superfluidez, que se caracteriza por la ausencia total de viscosidad y una extrema capilaridad, que permite que el Helio-3 pase por poros por los que no pasaría un gas.
En 2004, en Estados Unidos, descubrieron una forma del helio-4 a la que llamaron ‘supersólida’, la cual incluye las propiedades de un superfluido, pero también las características de un sólido, lo que podría implicar la existencia de un nudvo estado de la materia.

El colibrí en el Mesozoico.

Un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro ha reconstruido en tres dimensiones el aspecto de un pájaro que habitó en el noreste de Brasil durante la Era Mesozoica.


La recreación en 3D muestra un ave del tamaño de un colibrí que vivió en la Era Mesozoica, hace entre 253 millones de años y 66 millones de años.
El elemento más llamativo del pájaro, el primero de este tipo encontrado en Latinoamérica, son sus plumas, de forma elíptica y que muestran una serie de manchas que conforman un estampado colorido.
El principal autor del estudio y su equipo explicaron que estas plumas traseras podrían estar asociadas con el rito sexual.









Fósil de un colibrí del Mesozoico. 
Sin embargo, afirman que las plumas de este ave no estaban optimizadas aerodinámicamente, por lo que dificultaban el vuelo.

La saliva de una mosca, la base de una futura vacuna contra la leishmaniosis

 Un vacuna basada en la saliva de la mosca de la arena, que transmite el parásito de la leishmaniosis, puede proteger a los monos de esa infección parasitaria. 



La enfermedad la provoca un parásito que se transmite a través de la picadura la mosca de la arena o flebotomo, que con su picadura inyecta en la sangre tanto el parásito como su propia saliva.
Los expertos descubrieron que monos picados por flebotomos no infectados resultaban parcialmente protegidos contra la infección por leishmaniosis, lo que apuntaba a que la saliva por sí misma fortalece una respuesta inmunitaria contra el parásito.
Así, diseñaron una vacuna usando una proteína de la saliva llamada PdSp15, y durante los ensayos, siete de los diez monos que a recibieron produjeron una reacción temprana y específica contra el parásito de la leishmaniosis.
Además cuando se les expuso a moscas infectadas, los animales desarrollaron úlceras cutáneas más pequeñas, mostraron un número más bajo de parásitos y una respuesta mayor de las células T contra la leishmaniosis.
La leishmaniosis carece a día de hoy de una vacuna eficaz, por eso el siguiente paso es realizar pruebas para demostrar que la proteína PdSp15 es segura en humanos y después producirla de manera que pueda ser usada con las personas.


Una gota de sangre.


Una investigación ha desarrollado una nueva técnica que permite descubrir todos los virus que han infectado a una persona a lo largo de su vida con el análisis de una gota de sangre.

La técnica ha sido posible porque cada virus que penetra en el cuerpo humano deja una huella inmunitaria imborrable ya que, además de causar enfermedades, modifica el sistema inmunitario porque desarrolla anticuerpos.
Actualmente, es necesario que un médico encargue una prueba para detectar un virus en concreto, pero esta nueva tecnología permite identificar todos los virus que han afectado a una persona.
Brander, que ha reconocido que el sistema aún no está listo para ser introducido en la sanidad pública “pero es muy útil para la investigación”. 


Nueva cepa del VIH.

Una nueva cepa del VIH en algunos pacientes en Cuba parece ser mucho más agresiva y puede desarrollar el SIDA dentro de los tres años de la infección 



Sin tratamiento, la infección por el VIH por lo general tarda entre 5 a 10 años para desarrollar el SIDA.
Ninguno de los pacientes había recibido tratamiento para el virus, y todos los pacientes infectados con la cepa mutada del VIH desarrollaron el SIDA dentro de los tres años.
La nueva variante, llamada CRF19, es una combinación de subtipos del VIH A, D y G.
El VIH normalmente infecta las células uniéndose a lo que se llama un co-receptor, y la transición hacia el SIDA por lo general ocurre cuando el virus, después de muchos años, cambia de  co-receptor (CCR5 por CXCR4). La nueva cepa hace este cambio de co-receptor mucho más rápido.
Mientras que la forma agresiva de VIH responde a la mayoría de los medicamentos antirretrovirales, las personas no se dan cuenta que tienen SIDA hasta que es demasiado tarde para que el tratamiento pueda tener éxito.

Magnitud de los residuos plásticos que terminan en el mar.

¿Cuánto residuos plásticos mal administrados están haciendo su camino desde la tierra hacia el mar?
Un estudio, publicado en la revista Science, cree que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de plástico entró en el océano en el año 2010 por las personas que viven a 50 kilómetros de la costa. Ese año, se generó un total de 275 millones de toneladas de residuos plásticos en los 192 países costeros.
Más o menos ocho millones de toneladas es el equivalente a quince bolsas de supermercado llenas de plástico por cada metro de costa en los 192 países examinados..
La contaminación por plástico en el océano se informó por primera vez en la literatura científica a principios de 1970. En los 40 años desde entonces y hasta este estudio, no había estimaciones rigurosas de la cantidad y el origen de los desechos plásticos que terminaban en el medio marino.
Este trabajo nos da una idea de lo mucho que nos falta. En este momento, estamos recogiendo principalmente números de plástico que flotan pero hay una gran cantidad de plástico que se sienta en el fondo del océano y en las playas de todo el mundo.
Según los autores se prevé que el impacto acumulativo en los océanos será igual a 155 millones de toneladas métricas en 2025.